Con mi obra, Naturaleza muerta, cuestiono la apropiación y la representación que se hace -en muchas ocasiones con un uso perverso- de la fauna salvaje y de ciertas especies en extinción hoy en día. Nuestra sociedad contemporánea produce un sin fin de objetos que recrean la Naturaleza prometiendo, —a cambio de su consumo—, una idea equivocada sobre su respeto y protección, cuando en realidad, en esa producción masiva de residuos, produce un gran impacto negativo sobre el medio ambiente.